Cómo Llevar tu Práctica a un Nivel Superior.
¿Por qué es importante para un Practicante de Yoga, INTEGRAR los Tres Pilares del Yoga?
En primer lugar, no importa el método que se practique de yoga. El cuerpo humano es el mismo, la mente del ser humano es la misma y desde luego el funcionamiento de ese software que tenemos en nuestra mente, sea cual sea el nivel, sea subconsciente, consciente o incluso, supra consciente, para los que son maestros de la práctica del yoga, es el mismo.
Está totalmente descrito en el Yoga Sutra. Y se podría, digamos traducir, a los occidentales de una forma simple como, la precisión, la percepción y la integración, que son los tres elementos fundamentales o pilares, sobre los cuales se debe sustentar una buena práctica de yoga.
Insisto… No importa si son principiantes o son experimentados, y tampoco importa el método que se practique. ¿Por qué? Pues, muy simple. La Precisión, es lo que permite discriminar si la sensación de diferencia que se produce entre los hemisferios del cuerpo, o sea entre las bandas derecha e izquierda, o en la cara frontal o posterior; se produce por una mala postura, o sea que es imprecisa la postura, o porque esa diferencia es inherente a nuestro cuerpo.
Si estamos haciendo ásanas, o ejercicios de yoga, y estamos haciendo pranayama, o ejercicios de respiración y percibimos esas diferencias, y sentimos que un pulmón se llena más que otro, o un lado de nuestro cuerpo pisa más fuerte que el otro y no tenemos precisión en la postura, ¿cómo sabemos cómo corregir esto? ¿De qué forma lo corregimos? O sea, si no hay precisión no sabemos cómo poner nuestro cuerpo en un estado de equilibrio, eso es lo primero.
Luego, la percepción nos permite la comunicación correcta del cerebro con cada una de las partes del cuerpo. Si no existe percepción en la práctica, la conciencia sencillamente no profundiza; seguimos trabajando con la vista, o sea corregimos una pierna porque la vemos, cuando no la vemos no la podremos corregir porque la comunicación nerviosa entre el sistema sensitivo y motor de la propia región que queremos corregir, no está potenciado. Y eso se potencia con la práctica, a eso se le llama percepción, a un nivel muy bajo, pero es percepción. Y a partir de ahí, pues más en profundidad.
Y finalmente, el yoga se trata de unión, unificación. Nuestra mente, no es una mente que esté en estado de unidad, es una mente que está en un estado de separatividad. Y cuando empezamos a hacer posiciones de yoga nos damos cuenta, cuando pensamos en el pie, se nos olvida el hombro. Cuando pensamos en el hombro, se nos olvida el pie. Es decir, la mente “salta” del pie al hombro, o del hombro a la pierna, o al vientre, según el foco de atención se mueva. Y entonces, esto es imposible que nos conduzca a un estado en el que la mente por sí sola engloba el punto de atención, o el foco, engloba toda el área de la idea que se quiere trabajar, y se llega a estados que se conocen como, concentración, o sencillamente abstracción sensorial, que es pratyahara, o meditación.
Es imposible acceder a estados de conciencia de ese tipo si trabajamos sobre una mente separativa. Así que la integración, probablemente el más importante de esos tres pilares, es el que permite que el estado de conciencia varíe, y el ásana madure, y no importa que llevemos veinte años practicando, si no hacemos las cosas de esta manera, el estado de conciencia, que es para lo que el yoga está diseñado, la mejoría de ese estado de conciencia y la evolución, no se produce.
¿Por qué es importante para un Practicante de Yoga, INTEGRAR los Tres Pilares del Yoga?
En primer lugar, no importa el método que se practique de yoga. El cuerpo humano es el mismo, la mente del ser humano es la misma y desde luego el funcionamiento de ese software que tenemos en nuestra mente, sea cual sea el nivel, sea subconsciente, consciente o incluso, supra consciente, para los que son maestros de la práctica del yoga, es el mismo.
Está totalmente descrito en el Yoga Sutra. Y se podría, digamos traducir, a los occidentales de una forma simple como, la precisión, la percepción y la integración, que son los tres elementos fundamentales o pilares, sobre los cuales se debe sustentar una buena práctica de yoga.
Insisto… No importa si son principiantes o son experimentados, y tampoco importa el método que se practique. ¿Por qué? Pues, muy simple. La Precisión, es lo que permite discriminar si la sensación de diferencia que se produce entre los hemisferios del cuerpo, o sea entre las bandas derecha e izquierda, o en la cara frontal o posterior; se produce por una mala postura, o sea que es imprecisa la postura, o porque esa diferencia es inherente a nuestro cuerpo.
Si estamos haciendo ásanas, o ejercicios de yoga, y estamos haciendo pranayama, o ejercicios de respiración y percibimos esas diferencias, y sentimos que un pulmón se llena más que otro, o un lado de nuestro cuerpo pisa más fuerte que el otro y no tenemos precisión en la postura, ¿cómo sabemos cómo corregir esto? ¿De qué forma lo corregimos? O sea, si no hay precisión no sabemos cómo poner nuestro cuerpo en un estado de equilibrio, eso es lo primero.
Luego, la percepción nos permite la comunicación correcta del cerebro con cada una de las partes del cuerpo. Si no existe percepción en la práctica, la conciencia sencillamente no profundiza; seguimos trabajando con la vista, o sea corregimos una pierna porque la vemos, cuando no la vemos no la podremos corregir porque la comunicación nerviosa entre el sistema sensitivo y motor de la propia región que queremos corregir, no está potenciado. Y eso se potencia con la práctica, a eso se le llama percepción, a un nivel muy bajo, pero es percepción. Y a partir de ahí, pues más en profundidad.
Y finalmente, el yoga se trata de unión, unificación. Nuestra mente, no es una mente que esté en estado de unidad, es una mente que está en un estado de separatividad. Y cuando empezamos a hacer posiciones de yoga nos damos cuenta, cuando pensamos en el pie, se nos olvida el hombro. Cuando pensamos en el hombro, se nos olvida el pie. Es decir, la mente “salta” del pie al hombro, o del hombro a la pierna, o al vientre, según el foco de atención se mueva. Y entonces, esto es imposible que nos conduzca a un estado en el que la mente por sí sola engloba el punto de atención, o el foco, engloba toda el área de la idea que se quiere trabajar, y se llega a estados que se conocen como, concentración, o sencillamente abstracción sensorial, que es pratyahara, o meditación.
Es imposible acceder a estados de conciencia de ese tipo si trabajamos sobre una mente separativa. Así que la integración, probablemente el más importante de esos tres pilares, es el que permite que el estado de conciencia varíe, y el ásana madure, y no importa que llevemos veinte años practicando, si no hacemos las cosas de esta manera, el estado de conciencia, que es para lo que el yoga está diseñado, la mejoría de ese estado de conciencia y la evolución, no se produce.
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